“Ir sin amor por la vida es como ir al combate sin música,
como emprender un viaje sin un libro,
como ir por el mar sin estrella que nos oriente”.
Stendhal (1783-1842)
Por Emilio Guerra Díaz
¡Qué experiencia tan enriquecedora es vincular el deseo de brindar servicio voluntario con el periodo vacacional de verano! Antes de que estas acciones cobraran mayor relevancia porque ahora contamos con muchos medios que organizan estas jornadas, como por ejemplo Internet; estos intercambios se organizaban “cara a cara” o de “institución a institución”.
El primer caso que conocí de un voluntario que viniera a nuestro país a brindar servicio voluntario data de 1989. Fue el caso de mi amigo Frans Limpens. Oriundo de Bélgica, era colaborador de Amnistía Internacional de la sección flamenca. Vino unos meses y… se enamoró… de México, de su gente, sus costumbres y… de María por lo que se casó y quedó a vivir en nuestro país. Hoy esa pareja tiene una bella familia con dos hijos y vive en Querétaro.
Frans había expresado su deseo de mejorar su castellano que había aprendido en la universidad y había, según recuerdo, visitado España pero deseaba practicar y profundizar su conocimiento de nuestro idioma en un país latinoamericano. Por fortuna llegó a México y muchas personas aprendimos mucho de él. Tenía a su cargo el Programa de Educación en Derechos Humanos de Amnistía Internacional en México. Cuando tuve la oportunidad de colaborar siendo tesorero de la Sección Mexicana pude atestiguar y constatar lo impresionante del trabajo y entrega de Frans. Con su talento, trabajo y dedicación recaudaba más recursos que la propia asociación. Fue autor del Manual “La Zanahoria” que brinda ayuda para saber resolver conflictos, entre otras herramientas.
Muchos miembros de Amnistía Internacional le apreciamos y le consideramos junto con su familia, un gran amigo producto del voluntariado. Fue ejemplo de inclusión y de tolerancia para muchos miembros que recién se incorporaban al movimiento.
Posteriormente supe de otras organizaciones de voluntarios que aprovecharon los recursos informáticos para establecer intercambios entre instituciones para colocar a sus voluntarios en faenas en otros países. Un ejemplo de ellas ha sido VIMEX, Voluntarios Internacionales México, asociación fundada y dirigida por Vidal Flores Girón. Llevan años colocando voluntarios juveniles en otros países, sobre todo Francia y otras naciones europeas.
Miles de voluntarios mexicanos también han participado en otros países y me viene a la mente el nombre de Nicolás Aguilar Osornio, y como él han hecho una estupenda carrera de servicio voluntario. Nico, como cariñosamente le decimos, ya era un gran ser humano, pero su actitud como voluntario hoy inspira a otros.
En 2001 tuve la oportunidad de colaborar en el desarrollo de la versión mexicana del portal haces falta, de la Fundación española Chandra y por supuesto también aprendimos mucho de esta experiencia y pudimos notar que durante el verano español muchas personas deseaban pasar ese largo periodo ayudando a otros en su país o fuera de él por lo que muchas organizaciones ofrecen en el portal ofertas de servicio para voluntarios en vacaciones.
Luego vino otra experiencia, la de un grupo de voluntarios españoles de Cooperación Internacional, inspirados por su fe religiosa venían a nuestro país en particular al Valle de Chalco a ayudar a regularizar a niños en sus vacaciones escolares. Como suele suceder con los programas de voluntariado que transpiran solidaridad, el programa creció. Coordinados por Álvaro Matud, que año tras año venían en verano, también decidieron atender a padres y madres de familia y les ayudaron en tareas como finanzas personales, ahorro, mejoras a la vivienda, etc.
Esos voluntarios españoles ayudaban de lunes a viernes en jornadas que iban desde las 10 de la mañana hasta las 6 de la tarde, pero en fines de semana tenían la oportunidad de visitar varias zonas turísticas de interés. Recuerdo que visitaron las pirámides de Teotihuacán, viajaron a Puebla y Veracruz. Recorrían los museos de la ciudad de México y por supuesto, hicieron varios amigos.
La última vez que tuve la oportunidad de recibirlos en el aeropuerto Benito Juárez, fueron muy amables y me obsequiaron una playera de la selección española de fútbol y como mi vida está llena de anécdotas puedo contar que ese año ganaron el campeonato europeo. En posteriores correos Álvaro bromeaba y me decía que me mandaría, ahora desde Madrid vía paquetería, otra camiseta porque se acercaba la Copa del Mundo y… ya ven, ganaron su primer título mundial en Sudáfrica.
Algunas empresas han aprovechado las oportunidades que brinda el servicio voluntario en vacaciones como la experiencia que ha tenido lugar en estos días con los voluntarios de Fundación Telefónica. Su programa se llama “Vacaciones Solidarias” y en este verano movilizaron ochenta voluntarios en distintas naciones.
Diez voluntarios provenientes de España, Alemania, Colombia, Irlanda, Perú, Reino Unido y Venezuela se dieron cita en Yucatán, en el municipio de Kanasín, para rehabilitar en una semana el Centro Comunitario “Nora Quintana” beneficiando a niños usuarios de esas instalaciones. El programa de voluntariado está alineado a la causa principal de la empresa que trabaja para erradicar el trabajo infantil en todo el mundo. Fundación Telefónica hizo alianza con Save The Children para coordinar esos trabajos.
Las personas que no han probado todos los beneficios que genera el ser voluntario pueden apreciarlo en experiencias de otros, pero lo mejor sería que lo experimenten en carne propia. Solo podemos hacer una breve lista de lo que voluntarios en vacaciones han ganado, ya sea yendo a otros países o recibirlos en el nuestro: Ganan amigos en otros países, han tenido la oportunidad de conocer el país al que llegan no sólo desde el punto de vista del turista, sino de la vida cotidiana; conocer comidas y sabores distintos, el cariño de los beneficiarios que han ayudado. La posibilidad de regresar y ser recibidos con todo y sus familiares para visitar nuevamente el país. Satisfacción personal al sentirse integrados a otras culturas y han ensanchado sus horizontes y sentido de trascendencia. Jamás ven a otros como inferiores, todo lo contario, en actos de genuina humildad reconocen que han aprendido más de ellos.
Sin duda, el voluntario en vacaciones es un ciudadano del mundo con un corazón aventurero y en ningún país se siente extraño porque como escribió John Done, “está integrado a la humanidad”.
Ciudadanos trabajando
El cantante y compositor Alejandro Sanz tuvo la oportunidad de visitar el ártico. Después de ese recorrido su vida cambió y decidió hacerse activista de Greenpeace.
Aleida Nuñez, la guapa actriz, se sumó como voluntaria cuenta cuentos para la Fundación Televisa.
Alex Syntek apoya la campaña de la Fundación Devlyn para dotar de anteojos a niños de escasos recursos.
Alex Ubago apoyó como voluntario de la Fundación CIE al Hospital Infantil de México Federico Gómez, al convivir con infantes que padecen graves enfermedades. El cantante español llevó regalos y convivió con ellos.
Lupillo Rivera estará dando apoyo a las actividades de la Fundación Durango para luchar contra el cáncer.
Próximos eventos
Presentación del libro “Lo esencial del Voluntariado”
Luis Aranguren, un español especialista en voluntariado viene de nuevo a México. Luis participó en el lanzamiento en México del “2001, Año Internacional de los Voluntarios” cuando impartió una conferencia en el Auditorio de Centro Bancomer y fue acompañado por Marú Ramírez España de Guajardo, María Luisa Barrera de Serna y Emilio Guerra Díaz. Ahora, algunos años después viene a compartirnos su nueva obra “Lo Esencial del Voluntariado”. El evento será en el IMDOSOC, el 3 de septiembre a las 19:00 horas, su sede está ubicada en Luis Ogazón 56, Col. Guadalupe Inn. Vale la pena ir tanto por lo relevante del tema como de la sencillez y humildad que caracterizan a tan importante investigador como es Luis Aranguren. Nuestro colega estará dictando cursos en Mérida y Guadalajara durante una semana intensa de trabajo en nuestro país.
Emilio Guerra Díaz
Emilio Guerra cuenta con amplia experiencia en la Gestión de la RSC, destacando su trabajo en el área de vinculación con la comunidad que potenciar la inversión social empresarial. Ha gerenciado fundaciones empresariales.
Efectivamente, México ofrece una amplia gama de oportunidades para los vacacionistas, que se topan con la ocasión de compartir sus experiencias. Un caso no de vacacionistas sino de argentinos ejemplares es el de la pareja de Yayo y Sofía que han venido en un transporte adecuado para vivir en él, desde Patagonia hasta Sonora; podría eternizarme contando algunas de sus anécdotas, pero es mucho mejor y más rico que entren a su página http://www.proyectomiradas.org
Una maravillosa manera de conocer al país y su gente; de dar y de darse!!!