Vota Senado español contra fiesta brava

El Partido Popular buscaba que la fiesta brava fuera considerada por la UNESCO como Patrimonio Cultural de España

La afición a los toros no contará por el momento en España con un blindaje especial, luego de que el Senado ibérico rechazara declarar a las corridas de toros «Bien de Interés Cultural», tal como proponía en la cámara parlamentaria el opositor Partido Popular (PP).

La mayoría de los grupos parlamentarios del Senado, desde la izquierda hasta la derecha nacionalista catalana y vasca, frenaron en seco la iniciativa del PP que pretendía que se iniciaran gestiones ante la UNESCO (organismo cultural de Naciones Unidas) para incluir las corridas de toros en el listado mundial de Patrimonio Cultural Inmaterial.

El senador socialista Roberto Lerchundi aseguró que el Estado no es competente para declarar una fiesta como la de los toros Bien de Interés Cultural, ya que es competencia de los Gobiernos Autonómicos.

«No hay que enaltecer lo que no es necesario, es una medida populista, que crea confusión», indicó el senador socialista luego de precisar que la moción del PP está relacionada con la celebración en noviembre de elecciones autonómicas en Cataluña, cuyo parlamento regional decidió prohibir las corridas de toros a partir de 2012.

«El torero es un artista como el pintor, el poeta, el compositor o el escultor, pero el torero tiene que improvisar, necesita la inspiración inmediata y no puede corregir, y en todo momento se está jugando la vida», señaló enfáticamente el senador del PP Pío García-Escudero para defender en la tribuna que se protegiera oficialmente a la fiesta taurina, una iniciativa que obtuvo 117 votos a favor y 129 en contra.

El debate en el Senado se produjo luego de que el Parlamento de la Comunidad Autónoma de Cataluña prohibiera el pasado mes de julio las corridas de toros en esta región del noreste español por considerar que las reses bravas sufren un maltrato innecesario y son torturadas en la plaza.

Las agrupaciones defensoras de los animales están impulsando iniciativas en todas las comunidades autónomas españolas con el fin de que se proscriban las corridas de toros en el país ibérico, algo impensable por el momento ya que el gubernamental Partido Socialista Obrero Español (PSOE) rechaza cualquier tipo de prohibición en este sentido, mientras el otro partido mayoritario español, el PP, busca proteger la fiesta taurina ante la campaña en contra de los defensores de los animales.

Hasta ahora, sólo Cataluña y Canarias han decidido prescindir de las corridas de toros en sus respectivos territorios autónomos.

Fuente: Reforma.com