La multinacional aumentará sus compras de productos ‘made in USA’ para estimular la recuperación de la economía y el empleo
La cadena de distribución minorista Walmart se ha comprometido a contratar a 100.000 veteranos de guerra del ejército de EEUU en los cinco próximos años, así como a incrementar sus compras de productos nacionales con el fin de servir de estímulo a las empresas del país, anunció el presidente y consejero delegado de la empresa, Bill Simon, en su intervención ante la Federación Nacional de Minoristas.
De este modo, la mayor compañía mundial de distribución pretende ofrecer un empleo en los doce primeros meses tras ser licenciados del servicio activo a los veteranos de guerra estadounidenses con el objetivo de facilitar su reintegración a la sociedad civil.
La iniciativa, que cuenta con el respaldo de la primera dama de EEUU, Michelle Obama, pretende dar una oportunidad laboral a cerca de 100.000 exmilitares en los próximos cinco años en distintos puestos dentro de la estructura de la multinacional.
Asimismo, Simon defendió la necesidad de ‘lavar la imagen’ de los empleos en el sector minorista como una oportunidad de desarrollo profesional de la que el público y los trabajadores deberían ser informados con mayor claridad.
INVERTIRÁ 37.570 MILLONES ADICIONALES EN EEUU.
Por otro lado, el máximo ejecutivo de Walmart subrayó el compromiso de la compañía con la reactivación de la economía y el empleo en EEUU, para lo que anunció que la multinacional invertirá 50.000 millones de dólares (37.570 millones de euros) en el país en los próximos diez años.
«Walmart comprará productos estadounidenses por importe adicional de 50.000 millones de dólares en diez años», anunció Simon, quien expresó su confianza en que la medida sirva de estímulo a las empresas estadounidenses, lo que, en última instancia, genere nuevos puestos de trabajo.
«En décadas anteriores, las inversiones iban generalmente a Asia, los salarios eran bajos y el precio del petróleo también (…) pero en la actualidad, algunas de esas inversiones están cerca del final de su ciclo útil y las empresas tienen que decidir dónde invertirán», señaló.
«Los costes laborales en Asia están subiendo y los costes del petróleo y del transporte son elevados y cada vez más inciertos, por lo que la ecuación está cambiando», añadió en referencia a la actitud de algunos productores de EEUU, quienes consideran que «la inversión manufacturera en el exterior ya no tiene sentido para ellos».
Fuente: Europa Press