Nuestro clima está cambiando, lento, pero seguro. El calentamiento global no es un fenómeno aislado; por el contrario, repercutirá en la vida de todas las personas. Serán los jóvenes de hoy quienes tengan que enfrentar los desafíos que plantea el problema.
Una manera efectiva de hacerle frente al cambio climático es trabajar en la prevención de desastres naturales, algo que desgraciadamente hace falta en México indicó Uriel Beltrán Pérez, investigador del Tecnológico de Monterrey, campus Estado de México.
“En México estamos acostumbrados a solucionar las tragedias, lo idóneo es prevenirlas. Actualmente existen muchas y muy buenas tecnologías para hacerle frente pero no tenemos que llegar al punto de aplicarlas sólo porque se necesitan”, dijo a Crónica, Beltrán Pérez.
“Necesitamos de una cultura de la prevención como mecanismo para hacerle frente a los desastres naturales, no sólo a los ocasionados por el cambio climático, sino también aquellos que nada tienen que ver con este fenómeno como son los temblores o las inundaciones a causa de la contaminación”, agregó.
—¿Cómo lograr una cultura de prevención?
—Creando conciencia en la sociedad. Porque el día que la gente tenga conciencia prevendrá tragedias, por ejemplo, ya no va comprar una casa construida en un cerro, que quién sabe cómo la construyeron y que a lo mejor en 10 años un deslave arrasa con la casa.
En este objetivo, los jóvenes toman un papel relevante. Un estudio del Fondo de Población de las Naciones Unidas explicó que el cambio climático coincide con una actual tendencia mundial a la urbanización. En 2008, vivía en el mundo más gente en áreas urbanas que en áreas rurales, y muchos de los que viven en ciudades son jóvenes, señaló.
“Se necesita de un cambio de conciencia de raíz, por eso debemos empezar desde los más jóvenes hasta los adultos. Y cómo hacerlo, decirles las cosas como son, no decirles que el cambio climático los va a matar, no”, expresó el experto del Tecnológico de Monterrey.
Consideró que sí se trabaja en la conciencia, la gente por si sola ofrecerá iniciativas para mejorar el planeta.
En los jóvenes está el cambio, porque si una generación crece con una mentalidad e ideología de cuidado del planeta, las cosas realmente van a cambiar, sostuvo.
Consideró que la importancia de la juventud va más allá, al opinar que los adolescentes son los que ayudarán a educar a los adultos, “si un hijo le dice a su papá que no tire basura, le va afectar más que si alguien de su edad se lo dice”.
Adaptación. Prevención, concientización y adaptación, ejes primordiales para enfrentar el impacto previsto del cambio climático.
“Tenemos que adaptarnos a las nuevas circunstancias, no se puede contra la naturaleza, hay que adaptarse o tarde o temprano se te van acabar las fuerzas, el dinero o la tecnología. Es importante enseñar a los jóvenes a respetar la naturaleza”.
Para el director de la carrera de ingeniería en Biotecnología del Tec, otro de los problemas que afectan el equilibrio entre el humano y el medio ambiente recae en las decisiones de urbanización, las cuales no se basan necesariamente en ingeniería sino en economía.
Además, aseguró que los factores económico, político y social tienen importantes implicaciones en la naturaleza. “Cómo podemos hablar de escasez de alimentos por culpa del clima en un país donde hay tiendas que venden comida al mayoreo y a la vuelta de la esquina hay gente que no tiene que comer, pero si ese alimento no se vende se tira porque afecta a la marca, entonces tenemos un problema económico”, explicó.
“Por qué no usamos aguas negras para el consumo humano, tenemos la tecnología para hacerlo, sin embargo la gente no se la va tomar por ser agua negra, ahí surge un problema social, porque la tecnología tiene limitantes, pero no es la que está limitando la solución del problema”, concluyó.
Fuente: La Crónica; Especial, p. 13
Autor: Carlos Morales
Publicada: 23 de agosto 2010