El mes pasado, Microsoft anunció una asociación con Alaska Airlines, la primera de su clase, para comprar combustible de aviación sostenible.
El acuerdo implica la compra de créditos para ser utilizados por Microsoft en las rutas de Alaska Airlines que viajan con mayor frecuencia los empleados del gigante de la tecnología, a saber, de Seattle a Los Ángeles, San Francisco y San José, respectivamente.
Microsoft dijo que la medida de comprar combustible de aviación sostenible reducirá significativamente las emisiones de dióxido de carbono asociadas a sus viajes de negocios en avión.
Los créditos de combustible se comprarán a la empresa SkyNRG, con sede en Ámsterdam, que fabrica combustible de aviación sostenible (SAF) a partir de diversas materias primas, incluido el aceite de cocina usado.
El SAF de SkyNRG es una mezcla de aceites de desecho y combustible de aviación convencional. Theye Veen, director general de SkyNRG, dijo que espera que la asociación con Microsoft anime a otras grandes empresas a firmar acuerdos similares.
Veen afirma que el SAF es una oportunidad «de una vez en un siglo» para cambiar la fuente de energía utilizada por toda una industria.
Microsoft ofrece una respuesta a la evolución de la industria de los viajes
Como parte de la asociación, Microsoft, Alaska Airlines y SkyNRG dicen que participarán en Clean Skies for Tomorrow.
Dirigida por el Foro Económico Mundial, el objetivo de la coalición es aumentar la demanda de la industria de la aviación de combustible de aviación sostenible y educar a los proveedores sobre el cambio de las mezclas de combustibles convencionales.
Uno de los defensores del combustible de aviación sostenible es la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), una organización dirigida por las Naciones Unidas.
La OACI ha declarado recientemente que las FAE, junto con la compensación de carbono, las mejoras operacionales y las nuevas normas tecnológicas son cruciales para reducir las emisiones de la aviación.
La propia Alaskan Airlines no es ajena a los combustibles sostenibles, ya que ha probado y defendido su uso desde 2011. La aerolínea también ha anunciado recientemente un acuerdo de cuatro años de duración sobre el SAF con Neste, otra refinería de combustible sostenible.
En ese punto, Neste afirma que su combustible logra una reducción del 80% de los gases de efecto invernadero en comparación con el combustible para aviones convencionales.
Hasta la fecha, aproximadamente 30 aerolíneas han probado combustibles de aviación sostenibles en todo el mundo. Por lo tanto, las afirmaciones de Alaska Airlines de que sus reducciones de las emisiones de gases de efecto invernadero del 16% desde 2012 la hacen destacar en todo el sector de la aviación.
En todo el sector de la aviación, las emisiones aumentaron un 32% entre 2013 y 2018. Teniendo en cuenta que el transporte aéreo comercial es responsable del 2 al 3% de las emisiones mundiales de carbono, queda mucho trabajo por hacer.
Un largo viaje para los combustibles sostenibles para aviones
Si los combustibles sostenibles para aviones van a despegar, entonces el tema del volumen también entra en juego.
El mero volumen de combustible de aviación que requiere la industria cada año, unos 73,700 millones de galones (278 mil millones de litros), es asombroso. Reemplazarlo o incluso complementarlo con combustibles sostenibles requerirá un «esfuerzo gigantesco», dice Joanne Bailey, comentarista de la industria.
No sólo eso, los debates en torno a los combustibles frente a los cultivos de alimentos todavía continúan. Sin embargo, las alternativas que no compiten con los alimentos, como las algas, ofrecen cierto potencial.
Los objetivos de reducción de las emisiones de carbono en Microsoft
En lo que respecta a Microsoft, los combustibles sostenibles son sólo una parte de una amplia estrategia de sostenibilidad. Microsoft tiene como objetivo ser negativo en carbono para el 2030, lo que significa que debe eliminar más carbono del que emite.
Microsoft va un paso más allá y afirma que para 2050 pretende eliminar completamente todas las emisiones históricas de la empresa, que se remontan a su fundación en 1975.
La aviación es una de las barreras más difíciles para alcanzar estos objetivos, según Judson Althoff, Vicepresidente Ejecutivo del Negocio Comercial Mundial de Microsoft. Empero, afirmó que el nuevo acuerdo de combustible sostenible ayudará a Microsoft a adelantarse a cualquier posible retorno a gran escala a los vuelos después de que los viajes de negocios se recuperen de los continuos cierres de COVID-19.
Los viajes de negocios después de COVID-19
Los comentarios de Althoff destacan un punto importante en medio de los cierres de COVID-19.
El futuro del trabajo, la forma en que viajamos allí, y si es que vamos, nunca ha sido más relevante.
La propia Microsoft lidera el cargo de trabajo en casa, habiendo introducido un plan de «lugar de trabajo híbrido» para fomentar el trabajo en casa el mes pasado. Google está haciendo lo mismo. Sin embargo, solo el tiempo dirá si los trabajadores regresan en masa al mostrador de facturación del vuelo. Si lo hacen, al menos en Microsoft lo harán de forma más sostenible.
