• El debate se reabrirá probablemente el próximo jueves en la sesión plenaria, pudiendo revocarse la decisión
Los países latinoamericanos que, junto a otros, presentaban hoy varias propuestas para la protección de varias especies marinas, están de enhorabuena. Los estados miembros participantes en la Convención de Comercio Internacional de Especies Amenazadas (CITES) en Tailandia han votado que varias especies de tiburones y rayas se incluyan dentro del Apéndice II del tratado, regulando su comercio trasnacional.
Varios países, entre los que se encuentra un nutrido grupo de naciones latinoamericanas, conseguían hoy que tres especies de tiburón martillo, el tiburón oceánico, el marrajo sardinero y dos especies de mantas rayas se incluyan en el Apéndice II de la Convención de Comercio Internacional de Especies Amenazadas (CITES), que regula su comercio internacional.
Carlos Drews, jefe de la delegación de WWF en la Convención, declaraba al término de las negociaciones: «Este es un momento histórico que demuestra que los gobiernos del mundo apoyan la pesca sostenible y están preocupados por la explotación excesiva de los tiburones y las rayas para su uso comercial. La decisión de hoy será crucial para frenar la sobrepesca desenfrenada que está empujando a estos animales al borde del colapso».
«Hoy se ha demostrado que los gobiernos siguieron los criterios científicos para tomar decisiones sobre la explotación comercial de la vida marina. Alentamos a los gobiernos a ser consecuentes con estas decisiones y no reabrir el debate antes de que termine la semana, poniendo en riesgo esta victoria para los tiburones las manta rayas y los pescadores».
Varias ONG internacionales, entre las que se encuentran algunas relacionadas con el ecoturismo, se han manifestado a favor de las manta rayas, comentando que proteger las poblaciones de manta rayas no sólo ayuda al futuro de las pesquerías sino que también impulsa el turismo sostenible de buceo en todo el mundo, un importante generador de recursos para algunas comunidades costeras.
Tiburones y manta rayas tienen una madurez sexual tardía, (por ejemplo, las manta rayas sólo tienen una cría cada dos años) y viven alrededor de 30-40 años. Además el hecho de que se congreguen en grandes grupos de un mismo sexo y un mismo rango de edad les convierte en un blanco fácil para los barcos pesqueros. Una pesquería como la actual, tiene un impacto enorme en el futuro de las especies.
En el caso de los tiburones, los argumentos en contra vienen de parte de países que, como Japón, China o Rusia, opinan que CITES no es el foro para regular la pesca de estas especies de importancia comercial, aparte de la dificultad para identificar las diferentes aletas. Sin embargo, los países a favor han explicado durante el debate de hoy, que la identificación de una aleta de tiburón oceánico o martillo es muy fácil, por lo singular de sus características.
La razón para regular el comercio internacional es frenar el descontrol existente, alimentado por una demanda creciente, sobre todo en los países asiáticos. Las aletas de tiburón son un producto de lujo para la gastronomía asiática, mientras que las agallas de raya se usan en la medicina tradicional china. Ambos productos están llevando a estas especies a un rápido declive de sus poblaciones. Algunas de ellas han experimentado descensos de hasta un 86% en algunos lugares.
No es la primera que los tiburones se han debatido en CITES. En la pasada edición (2010), las mismas especies fueron sometidas a debate y no consiguieron pasar.
Según el último informe del grupo ecologista PEW, presentado la semana pasada en CITES, España figura entre las primeras flotas del mundo en exportación de tiburones y rayas. Los datos provienen de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Según el estudio, la carne se vende legalmente en mercados europeos mientras que las aletas se exportan a Asia.
Comunicado de Prensa