Yo sigo insistiendo en que los mercadólogos nos deberíamos de poner las pilas ecológicas no sólo de palabra, sino de obra.
Es indignante ver que los botes de basura siguen llenándose de empaques inservibles obsequiados por empresas que presumen ser “empresa socialmente responsable” (y se ponen como medalla el loguito ESR) nomás porque ya no imprimen sus memos y sus cartas, pero que te venden una memoria de 1 a 2 cm en un envoltorio de 20 a 30 cm que además, para abrirlo hay que matarlo a cuchilladas.
Fuente: Merca2.0