New Ventures, Grupo Desus y Adobe Capital están financiando proyectos, sin embargo, aún hay un reto, inversión para la investigación y capital semilla.
Desde la firma del protocolo de Kyoto en 1997, en el marco de la convención de las Naciones Unidas, el mundo comenzó a pensar (más en forma) en la importancia del cuidado del medio ambiente. También, en la manera de generar ganancias a través de empresas que ejecutaron procesos más limpios y menos contaminantes. Hoy, ya en el 2014, los intentos siguen y en México se está dando el llamado «movimiento verde», afirma Katia Dumont.
La coordinadora regional de Aspen Network of Development Entrepreneurs México y Centroamérica, es optimista y asegura que “en teoría está yendo en el camino correcto: sí son rentables, sí hay empresas verdes y el mercado financiero se ha interesado en ellas”, asegura.
Los proyectos que se están desarrollando en México van desde la generación de energía eólica, agricultura sostenible o ecológica. Sin embargo, hay un grave problema al que se enfrentan las empresas mexicanas en este ramo: no logran encontrar el financiamiento necesario para hacer investigación. “Este es el principal freno de las empresas verdes y aunque el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) da ciertos apoyos, no son suficientes”, dice Dumont.
¿Los fondos de inversión deberían ir enfocados a la investigación? “El fondo nunca se va a financiar la investigación, porque ellos buscan negocio. El gobierno es quien debería invertir más en innovación”, afirma.
Lo que falta
Queda claro que para México no es prioridad la investigación ni el desarrollo científico. La cifra es contundente: a pesar de que el presupuesto para Ciencia y Tecnología asignado para este año fue de 81 millones de pesos, el 80% de esta cantidad va destinada a sueldos y prestaciones. Solo el 20% se destina a la verdadera investigación, cantidad que resulta insuficiente ante las demandas de las empresas que buscan apoyos para el desarrollo y la elaboración de nuevos productos.
La ANDE, que funciona como una red de intermediarios para apoyar fondos y aceleradoras, dice Dumont, ha identificado una clave para entender el lento avance en este tipo de empresas: “Missing Middle”, que es el punto intermedio entre poder crecer la empresa u escalarla.
¿Y los fondos?
Actualmente, en México operan varios fondos de inversión destinados a empresas verdes. Pero apenas son dos los que realmente están satisfaciendo las necesidades de las empresas verdes: Adobe Capital y New Ventures México.
Adobe Capital puede apoyar con inversiones de entre 100 mil y 3 millones de dólares, en empresas que generen beneficios económicos, sociales y ambientales.
Para esta empresa mexicana, es importante que esta inversión sea de impacto, es decir, que la generación de capital y desarrollo, vaya a la par del mejoramiento de la calidad de vida de la sociedad donde esté operando la empresa.
Este fondo (Adobe Capital) es el único que trabaja para apoyar a empresas verdes en la pequeña escala.
“Lo que ellos hacen es darte una asesoría inicial y ayudarte a que tu empresa se consolide y se vuelva rentable”, aclara Dumont.
New Ventures, es un fondo de inversión estadounidense que tiene una sede en México. Su trabajo en nuestro país, dice Katia, consiste en ayudar a que las empresas que sean sostenibles y busquen contribuir al desarrollo sustentable de la sociedad. También, de alguna manera, ser una aceleradora y catapulta para las empresas al ponerlas en el lugar indicado para poder conseguir más inversionistas.
Ambos fondos, desde 2012, han trabajado de la mano para poder satisfacer las necesidades de los nacientes empresarios verdes.
También, menciona Dumont, el Grupo Desus está haciendo una importante labor para impulsar a las empresas verdes. Esta empresa, conformada en 2008 en Monterrey, apoya a formas que tengan un objetivo paralelo al de ellos: crear un punto de equilibrio entre el desarrollo económico, ambiental y social.
La regiomontana ha apoyado a proyectos como Urban Landscape, que desarrolla proyectos sustentables de urbanismo, paisajismo y recuperación de espacios públicos, con el objetivo de mejorar la movilidad y la calidad de vida de las personas.
También, Ecomex, que integra soluciones de alta tecnología de ingeniería de suelos, buscando hacer más eficientes los recursos naturales y económicos.
Desde la perspectiva de Katia se está comenzando a ver un “Momentum Project” en temas de reciclaje. Recuerda el ejemplo de Coca-Cola, Femsa, quienes han impulsado fuertemente el reciclaje como una manera de ayudar a la población y de obtener una retribución económica, mediante el apoyo a firmas que se enfoquen en esta actividad.
Wal-Mart es otra empresa que apoya a negocios verdes, ya que cuentan con un programa que busca emprendedores
Sin embargo, el tipo de inversión depende del giro de la empresa. Por ejemplo, si esta se dedica a las energías limpias, la inversión deberá ser de un par de millones de dólares.
Hay un denominador común en este tipo de empresas: una necesidad de apoyo a aquellas empresas que están en crecimiento. Empresas que requieren menos de $100 mil dólares, pero al ser un nicho muy pequeño, no resulta tan significativo para los fondos de inversión, y mucho menos para el gobierno o la iniciativa privada.
La ANDE ha identificado un rango de entre 20 mil a 2 millones de dólares la cantidad mínima que necesitan las empresas verdes para poder establecer, crecer y escalar. También, que la mayoría de los negocios verdes en México están listos para ser escalados.
¿El cambio climático?
Como cada año, la Organización de las Naciones Unidas se reúne para tratar temas ambientales. Para Dumont, quien se ha especializado en temas de empresas verdes y desarrollo sustentable, este tipo de eventos son, en ocasiones, meramente políticos.
Sin embargo, también los problemas ambientales han abierto una nueva oportunidad de mercado: crear productos y servicios que no contribuyan al deterioro ambiental. Es aquí donde las empresas verdes han encontrado su gran oportunidad de mercado.
Fuente: Alto Nivel