Y si los consumidores no creen en la RSE ¿Hay que preocuparse?

Ikea Ibérica llevó a cabo una encuesta entre la población del área de influencia en donde tiene instaladas tiendas; esto con el fin de saber el conocimiento de sus clientes en esta materia. Los resultados, una vez más, no fueron alentadores.

¿Cuántos ciudadanos pensaría usted que creen en las informaciones de las empresas sobre RSC? En números redondos… 1 de 10 cree que son muy creíbles, 3 de 10, algo creíbles pero 5 de 10 considera que son poco o nada creíbles.

Las cifras son brutalmente reveladoras y ponen de relieve la parte estratégica de la responsabilidad corporativa ya que como vemos, los consumidores no están muy interesados en ello… o por lo menos no son proclives a creer en esta forma de gestión.

Si la RSC está bien implementada y es parte de la planificación estratégica, se obtienen buenos beneficios como reducción de costos, mejoramiento de relaciones con consumidores, proveedores y otros stakeholders, disminución de riesgos, obtención de licencia social, bursatilidad y grandes oportunidades.

En contraparte a lo anterior, si la RSC no está bien anidada en una organización, entonces realmente hay que preocuparse a fondo por estas cifras, ya que es muy probable que sólo se esté buscando un «lavado de cara» y con ello vemos por qué la gente es completamente incrédula a ello.

El estudio también reveló que 1 de 10 no sabe absolutamente qué responder cuando se le pregunta qué significa sostenibilidad. Recordemos que el término tiene tres vértices: social, medioambiental y económico. No obstante esto, los encuestados demuestran sólo un conocimiento parcial, casi siempre sesgado hacia ecología.

Un 45 por ciento lo identifican principalmente con el reciclaje de residuos; con la eficiencia en la gestión del agua, el 21 por ciento, y con la energía, el 14 por ciento; 9 por ciento lo relacionó con el transporte no contaminante o público, vivir holgadamente y cuidar el medio ambiente.

En cuanto a la responsabilidad en la promoción de hábitos sostenibles, apenas 11 por ciento creen que las empresas tienen que ser las máximas responsables en la promoción de este tipo de hábitos.

Irónicamente en cuanto a la adquisición de productos sostenibles, el 61 por ciento dijo que pagaría un poco más por este tipo de bienes y el 33 por ciento recomiendan a sus conocidos algún tipo de hábito sostenible.

Los resultados son consistentes con muchas otras encuestas, en donde los consumidores no creen en las empresas y sin embargo aseguran que pagarían más por sus productos responsables.

Hace unos días se llevó a cabo en México el Foro Mundial de Marketing y Ventas, y dos de los ponentes más importantes, Gerald Zaltman y Martin Linstrom, hicieron notar que los consumidores no hablan con verdad durante los estudios de mercado… aunque ni ellos mismos lo sepan. Eso lo explica todo… ¿Verdad?