Por: Leticia Gasca Serrano
(Extracto del texto publicado originalmente en Distintas Latitudes: http://www.distintaslatitudes.net/)
En Zacatlamanic, cuando se organiza una comilona, primero comen los niños. Se junta todo el pueblo con motivo cualquiera, que puede ir desde el Sábado de Gloria al aniversario del natalicio de Benito Juárez, y Doña Lucia, una indígena nahua que porta un vestido de colores armónicamente chillones que ella misma confeccionó y bordó, toma la iniciativa y empieza a repartir arroz, frijoles, chícharos y tortillas hechas a mano a los niños del pueblo. Más de la mitad de ellos son sus parientes en diferente grado.
Después, el grupo de mujeres reparte comida al resto del pueblo; unos sentados y otros parados se congregan en algún espacio común (que en realidad son escasos: la capilla, la escuela primaria y la inspectoría) y almuerzan todos juntos. En esta ocasión se han reunido unos 150 indígenas nahuas, la mayoría de ellos platica entre sí en su lengua. Todos comen y beben en recipientes de unicel.
En una reciente visita de 10 días al pueblo de Zacatlamanic, ubicado en la Sierra Negra de Puebla, participé en par de estas comilonas. Como resultado de esta experiencia, así como del ejercicio de cavilar acerca del uso de unicel en zonas rurales, escribí para la revista Distintas Latitudes un texto que reflexiona en torno a la economía detrás de este polémico y contaminante material.
Para leer el artículo completo sigue la liga: http://www.distintaslatitudes.net/?p=1550
Leticia Gasca Serrano
Periodista especializada en temas de sustentabilidad, empresa social y RSE. Es comentarista del programa Rumbo Responsable que se transmite en MVS Noticias.
Fue gerente de comunicación en New Ventures, coordinadora de contenidos de la revista Gestión de Negocios, coeditora de Responsabilidad Social en el periódico El Economista y Delegada Juvenil de México en la ONU durante el 62 periodo de sesiones de la Asamblea General de dicho organismo. Además, es socia fundadora de la asociación civil Reinventemos.
Gracias a su labor de difusión en temas de responsabilidad social y sustentabilidad obtuvo el tercer lugar en el concurso latinoamericano de ensayo periodístico BIDAmérica, promovido por el Banco Interamericano de Desarrollo. Fue reconocida con el Premio Nacional de la Juventud en la categoría de Mérito Cívico.
