Zara cede ante presiones de Greenpeace

Por: María José Evia Herrero

No cabe duda de que Greenpeace es una de las organizaciones que logran más participación del público y visibilidad en los medios con sus campañas. Es esta participación la que a su vez logra que grandes empresas no solo escuchen las críticas, sino que tomen medidas drásticas para solucionar los problemas. Ha sucedido antes con Nestlé y Disney, por ejemplo. Esta semana, el objetivo fue Inditex, la cadena minorista de ropa más grande del mundo.

La orgnización ambientalista lanzó la campaña Detox en 2011 con el propósito de denunciar a las compañías que contaminan el agua por medio de los químicos usados en diversas etapas de la creación y comercialización de sus productos. El año pasado Nike y Adidas fueron blanco de protestas, después de las cuales ambos gigantes se comprometieron a desintoxicar sus procesos y su cadena de valor.

El caso de Inditex fue muy parecido: por medio de una campaña agresiva que incluyó protestas afuera de tiendas en todo el mundo (muy bien producidas, al más puro estilo Greenpeace) y mensajes en las redes sociales de la empresa, la organización exigió a Inditex eliminar los componentes tóxicos que se utilizan en sus procesos.

Después de nueve días de presiones, Zara anunció, en nombre de todas las marcas de Inditex, (Pull & Bear, Massimo Dutti, Bershka, Stradivarius, Oysho, Zara Home y Uterqüe) , su compromiso con eliminar estos tóxicos.

Según Greenpeace, las pláticas con la empresa comenzaron desde el año pasado, con el lanzamiento de Detox, pero Zara no reaccionó hasta ahora, cuando los ojos de todo el mundo se posaron en su cadena de valor. Así, la popular cadena de ropa se comprometió a dejar de desechar sustancias químicas peligrosas de su cadena de suministro y de todas sus prendas para el año 2020. En el caso de las sustancias más peligrosas, como los químicos perfluorados, las acciones vendrán a finales de 2015.

Además, Zara pedirá al menos 100 proveedores en países en vías de desarrollo información específica respecto al uso de químicos y su liberación al medio ambiente. Estos datos serán públicos y estarán disponibles a finales de 2013.

La reacción de Zara fue oportuna y sus ofrecimientos de cambio demuestran que sí se tomó en serio las peticiones de Greenpace, pero de nuevo se trata de una empresa que espera a que la opinión pública le exija cambios, en lugar de tomar acciones preventivas que la conviertan en una líder de sector.

La campaña contra Inditex fue resultado de un nuevo estudio que Greenpeace realizó en prendas de diversas marcas. Los resultados pueden verse aquí.