La industria de la moda se caracteriza por su enfoque en el cuerpo y el vestido. Este se modifica constantemente y en muchas ocasiones está ligado a la cultura.
Los criterios que determinan qué está de moda y qué no dependen del momento de la historia, jerarquía, dinámica social, entre otros; por ende esta se reinventa y genera con rapidez nuevas tendencias.
En los últimos años muchos diseñadores han colocado su atención en el arte de la cultura mexicana o en los usos y costumbres más ordinarios para crear nuevos cánones de moda. Pero… ¿se han estado inspirando en otras culturas o están cometiendo apropiación cultural? ¡Te contamos el reciente caso de ZARA!
ZARA convierte bolsas de mandado en tendencia
La cadena de moda española que cuenta con más de 2,040 tiendas por todo el mundo, ha causado polémica por su más reciente lanzamiento: bolsos shopper.
Estos tres bolsos en color verde, amarillo y naranja son el foco de atención debido a su parecido inconfundible con las bolsas que desde hace décadas se utilizan en México para acudir al mercado a hacer las compras.
Están hechos de 100% poliéster y cuentan con una manija de plástico-acrílico. La tienda los describe como «Bolso semitransparente de formato shopper. Asas de mano. Bolsillo interior». Su precio es de 22,95 EUR, lo equivalente a casi $600 pesos mexicanos, mientras el costo de una bolsa de este tipo oscila entre $30 y $40 pesos en cualquier mercado mexicano. ¡Una diferencia abismal!
Por el momento, los bolsos shopper solo se comercializan en España y la página web de ZARA, sin embargo, han despertado grandes críticas por parte de los consumidores e internautas, quienes no pueden creen las similitudes que encuentran entre ambas opciones y el costo de cada una de ellas.
Pero… más allá de ser una tendencia controversial en este sentido, existe una mayor: ¿podríamos hablar de una apropiación cultural?
¿Qué es la apropiación cultural?
La apropiación cultural se define como la adopción o uso de ciertos elementos culturales por parte de los miembros de otra cultura. Generalmente es considerada dañina debido a que viola el derecho de propiedad intelectual contra la cultura originaria. La industria de la moda se ha visto envuelta en esta polémica más de una vez.
De acuerdo a El País, el problema llega cuando los derechos de autor se diluyen en entidades colectivas, en tradiciones e identidades que, encima, son extremadamente sensibles y, además, vienen envueltas en relaciones de poder asimétricas en las que el fuerte suele sacar rendimiento del más débil.
En resumen, grupos privilegiados o grandes marcas internacionales, retoman intencionalmente elementos étnicos generando de forma masiva productos prácticamente indistintos de los artesanales. Al distribuirlos obtienen riqueza mediante una competencia desleal, que termina por perjudicar a pueblos de los que supuestamente tomaron inspiración, y que a menudo viven en situación de vulnerabilidad.
El diseño de ZARA y su similitud con las tradiciones mexicanas
Si bien nuestros antepasados se caracterizaron por utilizar el trueque para la obtención de productos dentro de los conocidos tiānquiz(tli) (tianguis), y lograron un fluir dentro de su economía, estos han perdurado a través de los años en todo el país.
En aquel momento se solían utilizar canastas o bolsas de ixtle, una fibra natural proveniente del maguey, empero, al pasar del tiempo, las bolsas de malla plástica de diferentes colores y nuevos diseños fueron el medio perfecto para guardar los productos obtenidos y llevarlos hasta los hogares de miles de familias mexicanas.
Casos de apropiación cultural
Se pensaría que esta no es la primera vez que un diseño se inspira en otro para generar un producto nuevo, sin embargo, el diseño que ha presentado ZARA podría determinarse un plagio por su parecido casi idéntico.
¿Quieres saber qué otras marcas han incurrido en incidencias parecidas?
Michael Kors
En 2019, el famoso diseñador Michael Kors dio mucho de qué hablar al lanzar su colección primavera-verano en donde presentó una prenda casi idéntica a los conocidos «pochos» o «jergas» mexicanos que se producen de forma artesanal y utilizan gran cantidad de jóvenes.
El costo de estos pochos en nuestro país se aproxima a los $150 o $200 pesos, mientras la marca los comercializó por casi $10,000.
Ante tales acusaciones, la página Michael Kors se limitó a describir dicha colección como «un juego de patrones audaces». En este caso no se conocen repercusiones legales.
Carolina Herrera
Por su parte, la reconocida marca Carolina Herrera decidió lanzar su colección Resort 2020 en donde «se rinde un homenaje a la riqueza de la cultura mexicana» por medio de sus estampados idénticos a los que se producen en el pueblo de Tlahuiltotepec Mixe, Oaxaca.
Los diseños de Carolina Herrera se comercializaban por casi $5000 pesos mexicanos, diez veces el valor de una prenda originaria de nuestro país.
En este caso existió todo un proceso legal por parte del gobierno mexicano, ya que se cuestionaba si las comunidades de donde proviene el diseño se beneficiarían de las ventas de dicha colección. Al final las prendas fueron retiradas.
¿Cuál es la respuesta del gobierno mexicano ante estos casos?
El conflicto central en estos casos es que las comunidades artesanales generalmente no registran sus diseños, por lo tanto existe la gran posibilidad que en algún momento aparezcan prendas casi idénticas a estos.
De acuerdo con la Organización Civil Impacto comprometida con el desarrollo sustentable de los pueblos originarios, en el caso de las comunidades indígenas también se trata de un arte colectivo y no individual que se ha transmitido de generación en generación.
Sin embargo, en 2018, el Instituto Nacional de Historia y Antropología (INAH) realizó la 1ra Jornada de Trabajo sobre Patrimonio Cultural y Mercado. Reflexiones sobre Derechos Colectivos y Propiedad Intelectual, actividad académica que buscó fomentar la investigación de casos de apropiación de saberes o manifestaciones culturales indígenas para su comercialización con el fin de proteger las creaciones auténticas de México.
Se trata de un mapa en el que documenta qué pueblo es el afectado, en qué modo y por quién, a fin de que esto sirva de insumo para investigaciones dentro del propio INAH, o como fuente de información para futuras reglamentaciones o acciones, por parte de otras instancias públicas o privadas, en la materia.
INAH.
Si alguien desea enviar un caso, este será registrado por medio del Programa de Peritaje Antropológico de la CNAN, en donde se asegura que se debe respetar la diversidad cultural y garantizar el ejercicio de los derechos culturales de comunidades y pueblos indígenas y afrodescendientes.
¿Tomará el gobierno mexicano cartas en el asunto? ¿Será ZARA un nuevo caso de apropiación cultural? ¿Pasará desapercibido?