Algunos activistas se están uniendo a las propuestas de los animalistas con el fin de impulsar la idea de que los zoológicos se conviertan en lugares virtuales y desaparezcan físicamente y además se implementen esquemas para la reintroducción de las especies a su hábitat natural y el replanteamiento de los programas de conservación, educación, investigación y recreación, entre otras.
Hace unos días, el Proyecto Gran Simio México presentó a diputados de la capital, una campaña para trabajar en iniciativas que promuevan una transformación en los zoológicos en pro del bienestar animal, la investigación científica y la conservación.
La presidenta del proyecto, Paulina Bermúdez Landa, presentó la campaña Zoomos Cambio que busca “la transformación de los zoológicos de la ciudad en espacios donde se dé prioridad a la recuperación de la fauna endémica, así como el replanteamiento de los programas de conservación, educación, investigación y recreación” en los recintos, con el fin de generar impactos positivos en los animales, y en la biodiversidad de la Ciudad y el país.
Según datos de Sin Embargo, Paulina Bermúdez se comprometió a dar un espacio para dar voz a los animales en cautiverio y aseguró que continuará trabajando para lograr una reconversión de los zoológicos, por otros que sean virtuales.
También dijo que la propuesta de transformación va de acuerdo con la Constitución de la Ciudad de México en la que se le reconoce a los animales el carácter de sujetos de consideración moral, derecho que se hace extensivo a las especies en cautiverio en la capital.
“Esto obliga a examinar la situación al interior de estos recintos para así prevenir casos como el controvertido fallecimiento del gorila Bantú”, sostuvo.
Bantú, un gorila de 24 años que vivía en el zoológico de Chapultepec, murió debido a un infarto mientras se encontraba sedado para ser trasladado a Guadalajara con fines reproductivos.
Días después se filtraron fotografías de la necropsia donde se demostró que el cuerpo del animal había sido totalmente abierto, decapitado y destazado, y algunos activistas calificaron el hecho como “brutal”.
Crisis en los zoológicos de la CDMX
Los zoológicos de la Ciudad de México: Chapultepec, San Juan de Aragón y Los Coyotes, “protagonizan una crisis institucional”, ya que, «han fallado en dos importantes objetivos que son la educación ambiental y la conservación de especies», comentó Landa.
Existen 2 mil 243 ejemplares de vida silvestre, 279 especies en total, de las que 50.2% son nacionales y 49% exóticos. De éstos, únicamente dos son reintroducidos en sus hábitats naturales: el lobo mexicano y el cóndor de California.
“Es lamentable, sólo el 1 por ciento de las especies de la capital son reintroducidas”.
La organización nacida en Estados Unidos pidió considerar los siguientes puntos a fin de renovación de estos espacios:
- Crear un equipo interdisciplinario, en colaboración con académicos, profesionistas, sociedad civil y activistas.
- Evaluar al personal administrativo y práctico de los zoológicos, a fin de integrarlos y garantizar su capacitación.
- Transparencia en cuanto a la información médica, económica e higiénica.
- Generar convenios con otros espacios en cautiverio, por ejemplo, santuarios y ecoparques, a fin de trabajar en la búsqueda del bienestar y la conservación de las especies.
- Eliminar la compra- venta de animales.
- Evaluar médica, genética, psicológica y etnológicamente a cada uno de los individuos.
- Impulsar nuevas herramientas para garantizar un espacio en cautiverio (semi cautiverio) ético y científicamente responsable, así como posibles reinserciones in situ, es decir, en áreas naturales protegidas (ANPs) o espacios de semicautiverio.
- Analizar nuevas estrategias de educación ambiental dirigidas a la concientización sobre la importancia de la biodiversidad, su conservación y respeto a la individualidad de los animales.
- Enfocar los esfuerzos y recursos en generar un espacio de cautiverio dedicado al rescate, rehabilitación de especies exóticas, y de conservación de animales endémicos de la capital, por ejemplo, aguililla de Harris, halcón peregrino, tlacuache, gorrión serrano, ajolote y teporingo.
- La campaña buscará impulsar que se lleven a cabo acciones en favor de los animales en cautiverio: que el zoo de Chapultepec trabaje en entablar procesos de conocimiento para fortalecer los recorridos pedagógicos, conservar actividades educativas como los cursos de verano, en diseñar actividades educativas para la población adulta, y en formar un equipo de educadores ambientales que permita la construcción social de aprendizajes significativos, entre otras.
Los animales sufren daños
La organización difundió una hoja de datos en la que alerta que los animales cautivos en ambientes artificiales cuentan con pocos estímulos y nulo enriquecimiento ambiental, por lo que a menudo desarrollan patrones de comportamiento anómalo que sólo se presentan en cautiverio:
–Reacciones de huida: Generalmente se observa en animales capturados de su hábitat natural, especialmente los primeros días tras su captura. Los comportamientos provienen de la restricción y de la frustración ante la imposibilidad de huir. Suelen correr sin orden, por lo que se lastiman o caen desplomados en estado de estupor.
–Trastornos alimenticios: Algunos animales se niegan a comer en cautiverio y se les tiene que forzar, situación que en ocasiones suele ser dolorosa. Otros llegan a obsesionarse con la comida, por lo que la obesidad se convierte en un problema frecuente.
–Desplazamiento: Los comportamientos naturales aparecen en contextos antinaturales, así que algunos animales responden a los estímulos y comienzan a acicalarse repetidamente, por ejemplo.
–Automutilación: Se han observado daños físicos autoinflingidos, que van desde morderse la cola o las patas, hasta golpearse la cabeza contra las paredes o las rejas.
–Sobreacicalamiento: Los animales pueden llevar el acicalamiento a niveles exagerados, arrancándose pelo o plumas, lo que les provoca irritación en la piel, entre otros daños.
–Sexual anómalo: Se puede definir como una hiperactividad sexual, excesiva masturbación, intentos de cópula con objetos sustitutos, etcétera.
–Comportamiento estereotípico: Adquieren patrones o secuencias de comportamiento morfológicamente similares, realizadas repetitivamente y sin función aparente.
La transformación
Varias organizaciones han querido realizar campañas en pro de los animales en el zoológico, el representante de la Fundación Franz Weber en México, propuso trabajar en la transformación de los zoológicos en la capital.
Rivero Weber, doctora en Filosofía por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), subrayó la necesidad de establecer una alianza entre sociedad, gobierno y organizaciones para lograr la transformación del zoológico de Chapultepec.
“estamos maleducando a los más pequeños y los estamos haciendo insensibles al dolor. Cómo no queremos tener un país indiferente y violento”, cuestionó.
Al igual que los activistas de la Fundación Franz Weber y Proyecto Gran Simio, Roberto Vieto, miembro de la organización internacional World Animal Protection, indicó que el modelo tradicional de los zoológicos no puede prevalecer si se busca velar por el bienestar y la conservación de los animales no sólo en México, sino alrededor del mundo.
“Como organización de bienestar animal nosotros siempre decimos que los animales salvajes pertenecen a la naturaleza y por ello debemos trabajar por mantenerlos en su hábitat, libres de cautiverio”, dijo.
Es muy importante cuidar estos espacios, debido al papel tan importante que tienen las especies en el mundo. Se han creado distintos esfuerzos para la conservación de especies silvestres amenazadas o al borde de la extinción, y se espera que en algunos años los niños hagan de este hábitat el mejor lugar para los animales .