El fundador y director ejecutivo de Facebook, Mark Zuckerberg, se mostró «solidario» con el gigante tecnológico Apple en su pugna con las autoridades estadounidenses por no colaborar en la desencriptación del iPhone del autor del tiroteo de San Bernardino.
«No creo que (…) sea una manera efectiva para incrementar la seguridad ni que sea realmente lo que se tiene que hacer. Soy bastante solidario con Tim Cook (director ejecutivo de Apple) y Apple», dijo en una conferencia en el Congreso Mundial de Móviles de Barcelona.
La polémica nació a principios de febrero cuando Apple rechazó la orden judicial de cooperar con el FBI para desencriptar el teléfono de Syed Farook, el autor junto a su mujer del tiroteo de diciembre en la californiana San Bernardino, matando a 14 personas.
La compañía de la manzana considera que colaborar con los agentes implicaría socavar la privacidad y seguridad de sus dispositivos, mientras que el gobierno estadounidense defiende que se trata de una petición puntual en una investigación de calado.
Numerosos actores del sector se posicionaron junto al gigante tecnológico y Mark Zuckerberg, cuya compañía ya emitió un comunicado de apoyo, se sumó este lunes a las muestras de solidaridad.
«Creemos en la encriptación, creemos que es una herramienta importante y no es correcto quitarla de los productos de consumo masivo que vamos a utilizar», señaló el fundador de Facebook.
Aun así, el joven empresario tendió la mano a las autoridades estadounidenses en la lucha contra el terrorismo y sus redes de captación a través de las redes sociales.
«Tenemos unas políticas muy estrictas en esto. Cualquier contenido promoviendo el terrorismo o simpatizando con el grupo Estado Islámico, lo sacamos del servicio. No queremos que la gente haga estas cosas en Facebook», señaló.
«Sentimos que tenemos una gran responsabilidad al manejar esta gran comunidad virtual para ayudar a prevenir el terrorismo (…) Si tenemos oportunidades de trabajar con el gobierno para asegurar que no haya ataques terroristas, las tomaremos», señaló.
Fuente: El Economista