Denominado tambien ecologismo democrático, tiene como objetivo el desarrollo y crecimiento económico sin contraponerse al ambiente, el manejo «sostenible» es su tema, bajo la premisa de quien contamina, paga.
Con base en este precepto nació el Protocolo de Kyoto, que enmarca la acción de diversos grupos preservacionistas y conservacionistas del ambiente para quienes es necesario mantener zonas intocables o santuarios en los que la naturaleza desarrolle sus fines elementales, en función de los intereses humanos.
Fuente: muy Especial P&R. pág. 90