En 1854 el jefe indio Noah Sealth envió una carta al presidente Franklin Pierce para oponerse a la creación de una reserva india y, sin proponérselo, creó el primer manifiesto en defensa del ambiente y la naturaleza.
Este empieza de la siguiente manera: «¿Comó se puede comprar o vender el firmamento, ni aun el calor de la tierra? Dicha idea nos es desconocida. Si no somos dueños de la frescura del aire ni del fulgor de las aguas, ¿cómo podrán ustedes comprarlos?»
Fuente: muy Especial P&R. pág. 76