Por: Enrique de la Vega M.
Hace unas semanas, el 17 de octubre para ser más exactos, tuve la oportunidad de leer una nota, publicada aquí mismo por Expok, sobre la entrega de premios de la Asociación de Medios Ecologistas a individuos, organizaciones y producciones que han propagado un mensaje ‘verde’. Entre las cuales, las más ganadoras o renombradas resultaron ser Avatar y la serie de televisión 30 Rock, cuyos contenidos fueron considerados como unos de los mejores mensajes ecológicos en lo que va del 2010.
También fueron premiados los empresarios Ted Turner y Jeff Skoll, quienes recibieron premios honorarios por sus aportes a la defensa del ambiente. La fundación de Skoll ha financiado organizaciones como el Equipo de Conversación sobre la Amazonia, el Consejo Estadounidense sobre Energía Renovable y la Red Huella Global. Por otro lado, Turner, quien fundó la cadena CNN, apoya la preservación de los hábitats para la fauna silvestre, promueve el uso de la energía sustentable e impulsa otras causas ambientales mediante su Fundación Turner.
A todo esto yo me pregunto . . . hasta donde llega o cual es la frontera entre un mensaje ecológico o de cuidado del medio ambiente bien logrado, es decir que realmente hace mella no solo en nuestra persona, sino que nos lleva a ACTUAR, a OCUPARNOS; y uno que simplemente hace que nos PREOCUPEMOS más . . . pero no tomamos acciones, o las que tomamos no son las suficientes o las adecuadas para provocar un cambio en nuestra conducta y en nuestro entorno???
Ojo, no estoy diciendo que un esfuerzo tan simple como “separar la basura” sea inútil, pero creo que la clave para poder iniciar una verdadera transformación en nuestros hábitos es contar o saber TODA la INFORMACIÓN acerca de las acciones que emprendemos y cuales son las repercusiones de las mismas. Y lo trataré de explicar con los siguientes casos:
Por ejemplo, HP en todos sus productos de impresión de nueva generación ya incluyen una sección de “Ecotrucos”. Estos “Ecotrucos” son una serie de tips o consejos para cuidar el medio ambiente, mismos que vienen incluidos con el software de instalación de los respectivos productos. Entre los distintos tips encontramos algunos para ahorro de papel, ahorro de energía y obviamente para reciclaje de cartuchos o toners. Para estos últimos, la empresa facilita una dirección o ruta a su página de internet, donde explica claramente los pasos a seguir (donde llamar, como empaquetarlos, a quien entregarlos) para poder participar en su programa de reciclaje de cartuchos, conocido como “Planet Partners”; es muy sencillo y hasta cuenta con un número 01-800.
Otro ejemplo es el programa de reciclaje de celulares y baterías de Telcel, que tiene como título de campaña o slogan: “Despídelo como se merece”. Este programa esta enfocado en los Centros de Atención a Clientes Telcel donde se pueden encontrar una especie de buzones de acrílico transparente de forma cilíndrica, donde se depositan los celulares y baterías. Incluso cuentan con una breve explicación sobre la forma de depositar cada uno de los residuos; las pilas alcalinas deben venir selladas en cada uno de los polos, por ejemplo.
El tercer y último ejemplo es el programa de reciclaje de PET de Ecoce, cuya Campaña más reciente que se ha visto y escuchado en TV, Radio y Espectaculares es “Súmate y Recicla”, misma que busca fortalecer la cultura del reciclaje como parte de nuestras actividades cotidianas. Ecoce también tiene un programa de acopio educativo dirigido a las escuelas que se llama “Eco Reto”, mediante el cual hace partícipes a todos los niños y jóvenes de preescolar, primarias, secundarias y preparatorias públicas y privadas de todo el país. Es gratuito y todo el material recuperado de los residuos de envases de PET puede ser canjeado por regalos al final del ciclo escolar. Inclusive en la página de internet se pueden inscribir las escuelas y consultar los resultados y estadísticas del programa.
Pero las 3 iniciativas, con todo el valor ambiental y educativo que representan, tienen un problema común: Muy poca gente lo sabe o los conoce, más allá de los involucrados y de los participantes. Y esto lo podemos traducir en un solo concepto o frase: ACCESO A LA INFORMACIÓN. Y no creo que se trate de información confidencial de las empresas u organizaciones, pues no se esta solicitando conocer los estados financieros o las estrategias de marca, simplemente uno como consumidor quiere saber los números, estadísticas o disposición final de los cartuchos recolectados (Caso HP), nos gustaría saber cual es el proceso de reciclaje de los celulares, los pasos que siguen, si se recuperan partes que hacen con ello, si todo se destruye o tritura, esa materia prima o material residual para que se utiliza, cual es su fin??? (Caso Telcel) si cuando empresas pequeñas o medianas quieren ser parte del programa de reciclaje de PET, donde pueden acudir??? (Caso Ecoce). Su servidor que escribe, ha llamado cantidad de veces a Ecoce para solicitar o preguntar sobre programas para empresas o lugares donde depositar los residuos de PET y simplemente proporcionan el contacto de la Gerencia para enviar la petición, misma que nunca es contestada.
Los consumidores no necesitamos saber el nombre del proveedor de reciclaje o si cuenta con los permisos para realizar las actividades de reciclaje, eso es más bien tarea de la empresa y parte OBLIGADA de su responsabilidad o co-responsabilidad social y ambiental. Pero SI nos gustaría saber la repercusión de las acciones que estamos llevando a cabo al participar y apoyar cada una de las anteriores iniciativas o de cualquier otra. Y esto no solo brinda legitimidad y veracidad para los programas de las empresas, sino que puede llegar a convertirse en un factor de confianza y fidelidad para sus respectivos clientes.
Seguramente estos y muchos otros programas han sido tanto exitosos, como un fracaso, pero sin lugar a duda, la carencia de este acceso a la información, difusión de resultados y comunicación masiva traerán consigo la peor de las consecuencias para la responsabilidad social y ambiental: Que nuestros “mensajes verdes” NO sean efectivos y eficaces y además sean RÁPIDA Y FACILMENTE OLVIDADOS.
Enrique de la Vega Macías
Licenciado en Relaciones Internacionales por la Universidad
Iberoamericana. Candidato al grado de Maestría en Responsabilidad Social por la Universidad Anáhuac México Norte. Cuenta con un Master Executive en Gestión Integral: Medio Ambiente, Calidad y Prevención de Riegos Laborales por la Escuela de Organización Industrial de Madrid, España.
Tiene 10 años de experiencia en el diseño, implantación y coordinación de procesos de certificación y re-certificación de los Sistemas de Gestión Ambiental (ISO 14001) y de Gestión de la Calidad (ISO 9001), en empresas de Telecomunicación, como Movistar y Pegaso PCS. Actualmente está a cargo del área de Administración y Proyectos de la Sociedad Internacional de Valores de Arte Mexicano, A.C. (Fundación SIVAM).
Tienes mucha razon cuando dices que las campañas de las empresas en el tema ecologico, mas que preocuparnos nos deberian impulsar a actuar y participar en la responsabilidad de hacer mas seguro para la vida a nuestro planeta. El tamaño de problema es monumental por lo que las soluciones son tambien del mismo tamaño por lo que requiere la participacion no solo de las empresa, tambien de los gobiernos y sobre todo de los consumidores. Se requiere un salto cuantico en lo que se refiere a cultura ecologica y de cambio de visión de las cosas. Mas que disminuir nuestro consumos las empresas productoras tienen el deber seleccionar los productos , de ofrecer alternativas y proporcionar información y hacerla accesible a sus consumidores. El gobierno por su parte, su deber es hacer cumplir la leyes que lleven a las empresas tener una produccion sustentable y libre de quimicos que dañen a nuestra ecologia. Por ultimo , el mayor reto esta en los consumidores y en su cambio de una mentalidad consumista hacia un consumo inteligente.
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